Ridículo del socialista Espadas: se cuela en la celebración del Betis para salir en la foto

El líder del PSOE en Andalucía, Juan Espadas, ha hecho un total ridículo al colarse en la celebración de la victoria en la Copa del Rey del Real Betis con el único objetivo de salir en la foto. En un rincón, el socialista ha aprovechado para asomarse al balcón del Ayuntamiento de Sevilla, del que ya no es alcalde, mientras los capitanes del equipo sevillano mostraban la copa a sus aficionados. La corrupción socialista le ahoga y sólo el populismo puede hacerle ganar puntos.

A escasos días de que dé comienzo la campaña electoral, toda vez que Juanma Moreno ya ha admitido que los comicios autonómicos serán antes de verano, el socialista Juan Espadas ya está haciendo todo lo posible por ganar votos para un partido que en Andalucía ha robado cientos de millones de euros a los andaluces.

Ante tal tesitura, a Espadas no le queda más remedio que ganar adeptos allá donde puede. O cree que puede. Sin embargo, el líder del PSOE-A dejó hace meses de ser alcalde de la capital hispalense, con lo que su presencia en el balcón del Consistorio no se puede explicar bajo ningún concepto.

Y es que al propio Espadas no le dejan de crecer los enanos. Esta misma semana, sin ir más lejos, se ha conocido que cuando él era alcalde compró las segundas mascarillas más caras de toda España, con lo que la oposición ya está exigiendo investigaciones inmediatas. Todo ello, sin olvidar su implicación en Faffe, con su mujer enchufada, o en Isofotón, donde, como consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Espadas formó parte del Consejo de Gobierno andaluz que el 2 de marzo de 2010 autorizó dar cobertura financiera a Isofotón a través de un aval de 5 millones. Ahora, se investigan esos pagos.

El alcalde de Sevilla, el también socialista Antonio Muñoz, que en definitiva ha sido quien ha dejado su puesto a Espadas para que saliera en la foto, ha optado por quedar en un segundo plano, aunque sí ha felicitado al Betis. Se trata, bajo su punto de vista, de un trofeo «tremendamente merecido». Además, Muñoz ha subrayado además que «apenas hubo incidentes en la ciudad» durante el torneo. «Fue una fiesta deportiva», ha remarcado un alcalde que es capaz de ceder su puesto para ganarse al jefe.